Personas

Una da las cuestiones que hay que decidir cuando se aborda la pintura urbana, es que hacer con la gente. Recuerdo que uno de los primeros cuadros que colgué en una exposición colectiva era una acuarela de la Gran Vía de Madrid en la que no había nadie. Una señora me preguntó que como había hecho para que no hubiera ni coches ni personas.
En el fondo tenía razón, pues nuestra experiencia nos dice que las calles están llenas de gente, y su ausencia nos produce cierta desazón.
Además, desde el punto de vista pictórico son muy útiles ya que sirven, por ejemplo, para dar idea de la dimensión de real de lo que pintamos. También pueden servir para ocultar algo que no sabemos como resolver. De todas formas no es fácil situarlas de forma realista y que además sea coherente con el resto del cuadro.
He hecho estos días dos ejercicios. En el primero de ellos he tratado de insinuar únicamente los volúmenes de forma que no distrajeran demasiado, y acompañasen el resto del cuadro.

En el segundo he intentado situar unas figuras en primer plano, de la manera más suelta posible, tratando de transmitir la sensación de que se encontraban en un entrono urbano.

En ambos casos el tema es la Puerta del Sol de Madrid.


Sombrillas


He vuelto a trabajar el tema de las sombrillas. Ya comenté en mi anterior post la atracción que ejercen sobre lo acuarelistas, así que ¿por qué no dejarse llevar?. He intentado pintar un tema en el que el objeto central fueran las sombrillas, para ello disponía de una muy buena referencia tomada en la Plaza Mayor el pasado verano, con una luz que dejaba en sombra el resto. He tratado de simplificar el resto de manera que nada distrajera del tema principal. Además he utilizado una paleta muy restringida, evitando el rojo tentador de las fachadas. En el balance final, creo que me he quedado un poco corto, en la distribución de los volúmenes, y que las sombrillas deberían haber dominado el cuadro con más claridad.

Estudios

Diversas ocupaciones me han vuelto a dejar sin poder salir a pintar durante varias semanas. Así que no me ha quedado otra solución que volver trabajar con el archivo fotográfico. El tema de las sombrillas, es algo que a muchos acuarelistas nos atrae. Es difícil hacer hacer un cuadro coherente cuando el tema tiene tantos elementos, ventanas, sombrillas, sillas, etc., sin embargo al final lo que mas me gusta es la composición. Aunque creo que he conseguido llevar el interés de el cuadro a la línea de sombrillas, resulta que justo ahí, los colores son horribles. Una mezcla de azules y grises que creo que desmerece el resto del cuadro. Visto ahora me doy cuenta que recuerda algo a un pintor inglés, que causa furor entre los acuarelistas. Hay que tener cuidado para no dejase influir de una manera tan descarada, ya que en la comparación se sale siempre perdiendo. Aunque es evidente, diré qe se trata de la Plaza Mayor de Madrid.