El 13 de Septiembre, un sábado con un sol esplendido, he iniciado la aventura. He ido directamente a la Plaza de Oriente, uno de los sitios que más me gusta de Madrid. . A las 10 de la mañana, el sol estaba totalmente alienado con la plaza, dejando el Teatro Real en sombra, y el Palacio Real con una luz totalmente plana. Me ha costado decidir que pintar. Al final me he decidido por la fachada del Palacio. Supone un reto pintar un fachada blanca con una luz frontal, pero ahí estaba la gracia.
El resultado no me desagrada de el todo. Me puede servir como base para un cuadro de estudio, trabajando mejor el dibujo, la gama cromática de la fachada y la colocación de las personas a lo largo de la plaza.
El 20 de Septiembre he vuelto a la Plaza de Oriente. Mientras llegaba por la calle Bailén, he visto el cuadro que quería pintar. La calle Bailén, con el Palacio Real a la derecha y los arboles a la izquierda. Me interesaba tambien, la profundidad que se podía obtener con los edificios, al final de la calle Bailén, así como el juego que podía dar la gente paseando por la calle. De el resultado, casi lo único que me gusta es la composición. Como me pasa muchas veces, me he liado con los arboles,
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